Las personas ricas generalmente no nacen de esa manera. La mayoría pasa sus vidas acumulando sus fortunas trabajando duro, gastando poco, salvando mucho e invirtiendo sabiamente. Puede sonar como una estrategia simple, pero el hecho de que la gran mayoría de los estadounidenses no alcanzan el estatus millonario demuestra que es más fácil decirlo que hacerlo.
